martes, 10 de noviembre de 2009

Cambiando la bici por el balón

Interrumpo el serial "Matilde" para hablar de un acontecimiento excepcional: el pasado sábado tuve la suerte de asistir al partido de fútbol sala previo al Criterium de la Asociación de Ciclistas Profesionales (ACP), que se celebró en León con el objeto recaudar fondos para UNICEF. En el equipo de verde, teníamos a ciclistas ya retirados como Miguel Indurain, Pedro Delgado, Joan Llaneras y Javier Pascual Rodríguez, en activo como Benjamín Noval y Santi Pérez, y figuras de otros deportes como el judoka Ernesto Pérez (plata en los JJOO Atlanta'96), el montañero Juanito Oiarzábal, el baloncestista Jose Luis Llorente, el atleta Manolo Martínez y el ex futbolista Juan Carlos. En el equipo de rojo, ciclistas en activo como Samuel Sánchez, Carlos Sastre, Alejandro Valverde, Óscar Pereiro, Iván Gutiérrez y Luis León Sánchez, entre otros.


He de decir que he sido aficionada al fútbol “grande” muchos años, y también he visto bastantes encuentros de fútbol sala de aficionados, pero nunca jamás había disfrutado tanto viendo un partido. ¿Que qué hubo? ¿Muchos goles? No excesivos para el fútbol sala: 8 por cada equipo. ¿Filigranas? Bueno, alguna que otra se marcaron Gutiérrez y Pereiro. ¿Lucha? La de “Joe” Llorente que no daba un balón por perdido, y eso que no podía cogerlo con las manos, pero con esas piernas tan largas parecía que había dos “Joes” en lugar de uno, estaba por todas partes. ¿Paradones? Pues para antes de este partido
haber “cazado” dos etapas en el Giro no estuvo nada mal Carlitos Sastre en la portería del equipo rojo, y fue el único que estuvo todo el partido, permitiéndose incluso emular un par de veces a Buyo al irse hacia adelante para intentar marcar en la portería contraria. ¿Ambiente en las gradas? Todo el que quieras y más, con el palacio de los deportes de León casi lleno, y el speaker Juan Mari Guajardo promoviendo una ola detrás de otra. ¿Buena táctica de los entrenadores? No sé si le harían caso, pero “Lute” Anguita dirigiendo al equipo verde (el de las estrellas) disfrutaba como un enano, mientras Ibáñez (responsable de Gesleón, uno de los principales patrocinadores del evento) hacía caso omiso a la tarjeta roja del árbitro Rafa Guerrero y seguía en el banquillo. Como tampoco le hizo caso a Pereiro cuando le quitó la camiseta al otro árbitro, Agustín Díaz, y decidió cambiar el balón por el silbato para sacar tarjeta roja hasta al cámara...

Lo divertido del encuentro no fueron las jugadas, que también hubo, sino el ambiente que allí se vivió. La cosa ya prometía en el autobús municipal que trasladaba a los ciclistas desde el Parador al Palacio de los Deportes. Cuando por fin echó a andar tras esperar a unos y otros, se para sin haber recorrido ni cinco metros y los ciclistas se preguntan ¿quién falta?. En ese momento ven a Valverde correr para cogerlo y gritan todos al conductor: “Es Valverde, tira, tira, a bloque, a bloque”.

Luego, durante el partido, en la cara del carismático Perico no se borraba la sonrisa, ni tampoco en la del gran ídolo Indurain (cerebro y templanza de los verdes), o en la del siempre luchador Carlos Sastre. Otros se mostraban competitivos como si estuvieran disputando el Tour, caso de Iván Gutiérrez, Luis León Sánchez u Óscar Pereiro, pero como lo valiente no quita lo cortés, ni el jugar bien el hacer gansadas, el gallego no perdió la oportunidad de hacer bromas a diestro y siniestro. Y es que por sus reflejos se nota que está a la que salta para hacer unas risas. Valga como muestra un botón: en el descanso del partido, estaba peloteando con Iván, LuisLe, Carlos Barredo y Sastre en la portería, cuando la mascota (un león de peluche) del Ademar, el equipo de balonmano de León, decidió quitarse sus zapatones para darle también un poco al balón. Cualquiera que no esté acostumbrado a hacer trastadas ve las zapatillas y pasan un par de segundos (al menos) antes de decidir quitárselas. Para Oscar no pasó ni una décima de segundo. Las lanzó al público a toda velocidad (la foto da muestra de ello) y la persona que estaba dentro del disfraz ni se enteró. Más adelante acabarían en los pies de Juanito Oiarzábal... que parece que también estaba disfrutando de lo lindo.
Entretanto, aprovechando que estaba en el banquillo, los aficionados aprovechaban para pedirle autógrafos y mientras firmaba Indurain no se perdía detalle del partido. Al término del mismo, Sastre estampaba su rúbrica también en un maillot amarillo. Y tras las gradas, fueron turnándose todas las figuras del deporte en una mesa para atender a la cola de aficionados que seguían pidiendo autógrafos. Sospecho que sus manos acabaron más cansadas que sus pies.




















En suma, nada más quería escribir estas líneas para compartir con vosotros lo que supuso para mí uno de mis ratos más divertidos, vamos, que me dolían las mejillas de tanto reír... y es que esta gente transmite tan buen rollo que te salen hasta agujetas en los mofletes. Qué contagiosa es la sonrisa... aquí os dejo la de Perico.


miércoles, 14 de octubre de 2009

Matilde y la organización

Matilde es de esas personas que, aún viviendo tranquila y feliz en su pueblo, siente curiosidad por lo que ocurre fuera. Y ya que no sale mucho, pues la mejor forma de saberlo es preguntando. Esos hombres tenían pinta de ser amables y de ir tranquilos, sin prisas. Así que aprovechando que estaban cerca les preguntó.

- Buenos, días, señores –saluda.
- Buenos días –le contestan.
- Oiga, y eso de “MGM” ¿qué es?
- Pues mire, se trata de una prueba ciclista donde los participantes salen de una localidad madrileña, Algete, vienen hasta Gijón y luego regresan.
- Ale, anda ya... si Madrid está muy lejos. ¿Pues cuántos kilómetros hacen?
- Son 1.200 los que se hacen en total.
- ¡Hala hombre! ¿y cómo hacen para comer? ¿Acaso comen en la bici?
- Paran a comer y a dormir, pero poco rato porque tienen que completar el recorrido como máximo en 90 horas y si paras mucho no da tiempo. De hecho, tienen que circular de noche.
- ¡Insensatos! ¿De noche? ¿Y cómo ven por dónde van? ¡Se saldrán de la carretera!- Es obligatorio llevar luz blanca delante y roja detrás, como los coches, y prendas reflectantes para ser vistos. Alguno se pone faro en el casco.
- ¡Coña! ¡Como los mineros!
- Je, je, si, a veces se ponen a cantar el “soy minerooooo”.
- ¡Jesús! ¿Y a quién se le ha ocurrido semejante idea de montar algo así?
- Pues todo comenzó hace 4 años, ya entonces se hizo. Se hace una igual en Francia y unos cuantos amigos decidimos hacerla en España en 2005. La siguiente tocaba ahora, en 2009, pero nadie parecía tomar las riendas, así que decidí hacerlo yo, porque le tengo mucho cariño a esta forma de practicar ciclismo y me daba pena que se perdiera.
- O sea, que usted es el padre de la criatura... ¿y como se monta esto?
- Pues en principio nada más es diseñar una ruta, poner unos puntos de control y darles a los participantes un carné para que vayan sellando en esos sitios de control. Luego te devuelven el carné con los sellos y tú lo mandas a los Randonneus Mondiaux, una organización que homologa los ciclomaratones, y ellos te mandan una medalla.
- Anda, o sea, que les dan una medalla y por eso hacen tantos kilómetros. ¿Y no les dan dinero?
- No, todo lo contrario, pagan por participar.
- ¡Anda la leche! ¡Y encima pagan! ¡Pues no lo entiendo!
- Bueno, al próximo que venga le pregunta por qué lo hace, a ver si así le resulta más fácil de comprender. Van a pasar todos por aquí, y son más de ciento cincuenta.- ¡Hala! ¿Tantos? ¿Y ustedes entonces que hacen?
- Pues, como le iba diciendo, al principio nada más se les iba a dar el carné de ruta para sellar y que ellos se organizaran, pero resulta que mi hijo montó una web...
- ¿Una quéeeee? ¿Qué es eso?
- Bueno, digamos que lo publicitó en internet.
- Ah, lo de los ordenadores, ya, ya sé lo que es eso, el hijo de la Anselma, aquí presente, se pasa el día delante del aparatejo ése que yo no sé que es lo que le ve.

Tras esbozar una sonrisa, el “forastero” continúa:

- Pues resulta que gracias a internet se apuntó mucha gente y era necesario organizarlo un poco mejor, así que hablé con algunos amigos, como los aquí presentes, que se mostraron voluntarios para ayudarme, y así lo que hacemos ahora es ir de control en control para comprobar que todo está en orden e ir sellando a los que van viniendo. También se nos han apuntado los Moteros Astures, que están pendientes de que ningún ciclista se pierda, y los ayuntamientos de los lugares donde están los controles que han buscado voluntarios para que atiendan a los ciclistas. Pero para ello tuvimos que hablar con todos ellos...
- ¡Pues cuánto trabajo! ¿Y ustedes tampoco cobran?
- Por supuesto que no. Incluso nos cuesta dinero por los desplazamientos y tiempo de nuestras vacaciones.
- ¿Y por qué lo hacen?
- Porque nos gusta, simplemente.
- Bueno, majo, pues muchas gracias, no les entretengo más que tienen mucho que hacer, ya le preguntaré yo a los que pasen por qué les da por hacer tantos kilómetros, que ya me quedé yo curiosa...

lunes, 5 de octubre de 2009

UN RELATO DIFERENTE

Al escribir el artículo sobre la MGM para Pedalier, se me ocurrió hacerlo de una forma distinta por si les parecía interesante, a la vez que escribía un artículo más "formal", y les di a elegir entre ambos. Se han quedado con el formal, con lo cual he decidido que el "informal" lo voy a publicar aquí en forma de capítulos, puesto que es muy largo. Os cuento primero de dónde me surgió la idea para este texto.

A unos kilómetros de Riaño en el camino de vuelta de la MGM me encontré un pueblecito atravesado por la carretera en el cual dos señoras estaban sentadas tomando el sol. Una llevaba un bastón y la otra unos rulos en la cabellera. El grupo al que yo seguía en ese momento pasó al poco tiempo e hice la foto de rigor. Y entonces me pregunté: ¿qué pensarían estas señoras si supieran que los que acababan de pasar en bici habían salido de Madrid dos días antes y regresaban después de haber retomado el camino de regreso en Gijón?. Así que, con esta base, se me ha ocurrido inventarme un personaje imaginario, la señora de los rulos, a la que he puesto de nombre Matilde y que va a hablar con los protagonistas de la MGM. Vamos con ella.

La señora de los rulos

Doña Matilde estaba sentada al sol con una amiga en un banco de piedra. Detrás, su casita, también de piedra, cuyo gris rompían los tonos rojos y rosas de los geranios, cómodamente instalados en sus tiestos y asomando las flores por los barrotes del balcón. Delante, el asfalto, ceniciento como la piedra y pisado por un tráfico ni muy intenso ni muy escaso, que por ello es una carretera nacional. Sobre la cabeza de Matilde, unos cilindros de plástico cuidadosamente colocados sujetando los mechones con unas pinzas, para librarse de la peluquería y estar guapa sin tener que quemarse el pelo con el secador. Así, sus cabellos quedarían ahuecados disimulando el cartón que le pone años de más. Su amiga, bastón en mano, se pone en pie:

- Que digo yo, Matilde, que si nos tomamos un café.
- Pues vamos allá, Anselma, pero espera, que antes me quito los rulos.

Se dirigen a su bar de siempre donde están las caras habituales y el camarero que lleva más de veinte años desde que decidió regresar de la ciudad, de León, para retomar el negocio que dejaba su padre al jubilarse. Había cambiado el bar desde entonces, sí, ahora el mostrador era todo de madera buena, así como las mesas y las sillas. Estaba pintado en dos tonos, un amarillo más claro arriba y un color tierra abajo, separados ambos colores por unos listones de madera a modo de cenefa, igualicos a los de las mesas, que evitaban que los respaldos dejaran marca en la pared. El espejo que quedaba parcialmente tapado por las botellas tras el mostrador le servía a Matilde para comprobar si algún rizo se había quedado descolocado al dejarlos libres.

Anselma y Matilde entraron en el bar y se sentaron en su mesa de siempre, al lado de la ventana. Allí estaba "el" Nemesio con su periódico y su café, y el borrachín "del" Paquito con su puro y su copita de sol y sombra, que mira que empezaba pronto, que no era ni mediodía. Pepe, tras la barra, daba su particular concierto de loza contra loza y un toque metálico al dejar preparadas sobre el mostrador las tacitas de café con su azucarillo y su cucharita. En otra mesa había tres personas vestidas con polos de color amarillo limón que llamaron la atención de Matilde. Anda, qué raro –pensó- forasteros en un día de diario por la mañana. Y todos vestidos igual. ¿A qué habrán venido?

Dentro de un par de días os cuelgo el siguiente capítulo.

miércoles, 26 de agosto de 2009

La MGM

Pasado un buen rato de la llegada del anterior participante, al fin vimos la bici tumbada de Paolo entrar en el polideportivo de Algete. Su llegada la presenció también Fran Vacas, el que primero había llegado, 1 día y 8 horas antes. De 58 horas a 90, el italiano había invertido aproximadamente un tercio más de tiempo pero no por ello tenía menos mérito. Eso es lo que hemos considerado todos y cada uno de los que hemos estado en la MGM, sobre las bici o sobre el coche. De hecho, Paolo se llevó más aplausos que Fran puesto que cuando llegó había mucha gente en el comedor dispuesta a ovacionarle. Fran llegó de la misma forma que hizo la marcha: solo. Con el reconocimiento de la gente de la organización que allí le esperaba.

La filosofía del ciclomaraton es la autosuficiencia, y en esta edición su máxima expresión ha correspondido al propio Fran. Casi 58 horas prácticamente en solitario o con alguien a rueda, con su propio esfuerzo y con la suficiente fortaleza mental para ser capaz de soportar la falta de sueño, el dolor de piernas, de trasero, el calor, la oscuridad de la noche...

En el mundo del ciclismo me he encontrado muchas dicotomías: los que siguen a los pro y los que pasan de ellos, los cicloturistas a los que les gusta competir y los que les gusta ir tranquilos, los que van a marchas y los que van a ciclomaratones... algunos de ellos suelen mostrar cierto menosprecio hacia los que no son de sus mismos gustos. Parece que cuando entras dentro de una "tribu" y te identificas con ella, puedes llegar a mirar "de otro modo" a los que no piensan como tú.

A mí la verdad es que me gusta todo lo que tenga que ver con las dos ruedas por asfalto sin motor. Empecé siendo seguidora de los profesionales, y por ellos empecé a montar en bici más allá del paseíto por el pueblo con los amiguetes de la adolescencia (hasta llegué a hacer una marcha). Quería saber como se sentían sobre la bici los Laguía, Gorospe, Perico... y luego lo dejé porque no tenía quien aguantara mi ritmo tortuguil hasta que empecé a conocer más en fondo el cicloturismo hará como 4-5 años, merced a la ciclolista. Y de entre todo lo que conozco, encuentro tan interesante a la gente que hace marchas, como a la que hace ciclomaratones, como a la que compite.

Por ello no tengo ningún prejuicio hacia quien se toma una prueba no competitiva como es un ciclomaraton de 1200 km. como una competición. Menos aún si se molesta en acercarse de nuevo al polideportivo (a pesar de saber que no le iban a dar ningún premio) a felicitar al que llega el último. No hay aquí últimos ni primeros, puesto que cada cual se toma la carrera a su modo. Es posible que entre los ciclomaratonianos hubiera alguien con más cualidades que Fran que de haberse preparado la prueba para hacer buen tiempo lo hubiera conseguido, pero como los números están ahí y por más que quieras evitar la competición siempre hay quien quiere llegar antes que los demás... pues al final alguien queda primero y otro es el farolillo rojo. Y a mí me pareció fenomenal que el que invirtió menos tiempo se acercara para saludar personalmente al que hizo más, porque al final todos estamos en la misma historia.

Lo que más me gustó de la MGM fue poder hablar con personas que se lo habían tomado de distinta forma, incluído Fran. Los que gustan de la competición le verán como un fenómeno que ha conseguido batir el récord de la prueba, a los que no les gusta competir le verán como un fantasma que ha peleado contra molinos de viento. Lo cierto es que en este último caso no peleó contra molinos de viento, porque había más gente que se había tomado la MGM como competición, y a éstos si les venció, sin duda alguna, y solo.

Pero para mí el mérito de Fran no es ese, sino el mismo de todos los de la MGM: proponerse conseguir una meta, y conseguirla. Me da lo mismo que sea en 58, que en 75, que en 90. El mérito de toda esta gente es ser capaz de disfrutar y sufrir y no darse por vencidos con tal de lograr su objetivo. Como foto virtual final, me quedo con el zapateado de Nuria al poco de llegar, y con la imagen de un ciclista que fuera político y que no lo pareciera para nada cuando charlaba con todos los que estábamos en esos momentos finales de la MGM.

Enhorabuena a todos, campeones.


martes, 18 de agosto de 2009

Campus Rascafría 2009

Hola a todos/as:

Esta entrada es simplemente para deciros que acabo de colgar en mi web la presentación que hice en el campus de Eduardo Chozas en Rascafría el pasado sábado. La tuve que hacer de voz porque el proyector estaba estropeado, así que al menos que se pueda ver desde la web.

Espero que os guste.

domingo, 16 de agosto de 2009

La Perico

Este fin de semana lo he pasado en Segovia, haciendo encuestas el sábado en las inscripciones de la marcha Pedro Delgado y el domingo viendo la salida y charlando después con el homenajeado José Miguel Echávarri. Le quería hacer una entrevista con vistas a un futuro artículo sobre directores deportivos y me ha salido una charla de lo más agradable. Es un verdadero encanto de persona, inteligente, culto, solidario, modesto, atento... y qué se yo cuantos calificativos más. No tiene desperdicio ni una sola sílaba de todo lo que me ha contado, pero, sobre todo, me quedo con la impresión de haber hablado con una persona enamorada del ciclismo y que ha triunfado gracias a que ha sido capaz de valorar a su gente y darles su apoyo incondicional. Su mérito es considerar, ante todo, que ha trabajado con personas antes que con ciclistas. En la foto está estrechando la mano de Julio Jiménez delante de Arroyo y por detrás de Perico.

Por otro lado, ha aparecido alguien inesperado en la marcha, justamente el protagonista de mi entrada anterior: Óscar Pereiro (en la foto, a la izquierda de Perico). Le he saludado en la salida y no parecía el mismo al que también saludé el año pasado en la Vuelta, una persona alegre y desenfadada. Estaba taciturno, como ausente. Ha hecho la marcha y cuando ha llegado he vuelto a verle y aunque de trato parecía normal, solícito, siempre dispuesto a hacerse fotos y firmar autógrafos a los que se le acercaban, algo ha cambiado en su semblante. Un aficionado le ha dicho "no se te ocurra pensar en retirarte" y le ha contestado "no, si pensar ya lo he pensado". Mala espina me da...

Y bueno, que desde aquí quiero agradecer a todos los que han colaborado en la encuesta su paciencia para contestar a mis preguntas, y decirles que en breve colgaré una pequeño resumen en la web. Y gracias también a Pedro, que como todos los años, ha estado con nosotros.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Motivación para el de Mos

He leído en prensa que Óscar Pereiro está falto de motivación y pensando que si sigue así se retirará del ciclismo profesional. Abandonó el Tour porque no se encontraba bien y quería recuperarse para la Vuelta, pero ha anunciado que tampoco acudirá a la ronda española. Como aficionada al ciclismo me produce mucha tristeza puesto que es un ciclista inteligente y con chispa al que da gusto ver sobre la bici, trabajando para los demás o brillando por sí mismo. Cuando quedó segundo en la etapa que finalizaba en Saint-Lary en el tour de 2005, yo acababa de pasar mi calvario particular tras retomar la bici y subir a la estación de esquí francesa, donde años antes estuve esquiando, en un tiempo imposible de batir por lo eterno: 4 horas. Entonces estaba en el Phonak y llegó escapado con George Hincapié, que le batió en meta. Quién le iba a decir que al año siguiente ganaría el Tour... aunque no fuera oficial hasta más de un año después.
Un suceso traumático como su caída en el tour del año pasado ha podido suponer un antes y un después en su forma de ver la vida y su profesión. Encontrarse con la muerte cara a cara cambia mucho tu escala de valores. Si alguien ha pasado por un experiencia similar, seguramente su opinión al respecto podría servir de ayuda al corredor gallego. Y si no, desde aquí invito a todo el mundo a darle ánimos para que encuentre su camino, fuera o dentro del ciclismo, porque, ante todo, los ciclistas son, primero, personas, por mucha pena que nos dé dejar de ver como dan pedales.
Estamos contigo, Óscar.

martes, 11 de agosto de 2009



Hola, os escribo desde una cafetería con wi-fi, porque no estoy en casa sino disfrutando de unas pequeñas vacaciones en la costa castellonense. Por primera vez en este año he pasado de los 100 km, llanitos pero con viento de cara que a la vuelta parecía que estábamos subiendo un puerto, pero ha estado muy bien. Hemos subido la bici en un transbordador para cruzar desde Sant Jaume d'Enveja a Deltebre, y allí nos hemos comido un arroz de pato que estaba riquísimo. La foto la he sacado desde dicho transbordador, es de un barco que hace un recorrido turístico por el delta del Ebro. Nada más quería escribir estas líneas para contar que me siento muy bien porque noto que las piernas se me están poniendo fuertes y seguro que ahora puedo "atacar" los puertos de la sierra madrileña.

miércoles, 29 de julio de 2009

Acabo de escribir un artículo para arueda.com sobre el tema Armstrong-Contador que está pendiente de colgar por temas técnicos pero que en breve saldrá a la web. Entrentanto, me ha surgido otro tema de debate, y es sobre la diferencia cultural entre Estados Unidos y Europa.

En un foro donde suelo entrar se hablaba de la arrogancia de Hinault, como ejemplo de otro supercampeón con cierta prepotencia, pero yo viví aquellos tours en los que peleó con LeMond y no recuerdo tanta desfatachez en hacer visible su descontento como ha mostrado Armstrong en el podium de este año.

Por otro lado, hace poco hablé con una amiga mía que está estudiando en EEUU y me contaba la diferencia a la hora de valorar al que vale allí y aquí. En España, por lo general, se tiende a la envidia, a menospreciar y a tirar piedras contra aquel que osa sobresalir por encima de los demás, y en cambio en EEUU se encumbra al que trepa hacia arriba sea por el medio que sea.

Quizá por esto último Armstrong no está acostumbrado a que "se le falte al respeto" y no se pretenda que siga siendo válida su antigua hegemonía, como si en el ciclismo fuera como en la empresa y no pesaran los años.

¿Qué opináis?

jueves, 23 de julio de 2009

Bienvenidos a mi blog. Está enlazado desde mi página web para que podáis hacer comentarios a cualquiera de los artículos que tengo publicados en ellas, tanto los de opinión como los técnicos, y también para resolver dudas que os puedan surgir.

Servirá asimismo para informar de novedades en mi web (nuevos textos, fotos, presentaciones, etc.).

Además, incluiré comentarios acerca de la actualidad ciclista y cicloturista y temas de psicología clínica para que expreséis vuestra opinión. Es un blog totalmente abierto, por lo que podéis vosotros mismos abrir cualquier tema.´
En breve empezaré a poner comentarios.
Un saludo a todos/as.
Eva.